Todos hemos tenido alguna vez alguna contractura, sabemos que hacen daño, que nos limitan los movimientos ... Sabemos qué son y cómo prevenirlas?
Como su propio nombre indica, la contractura muscular es una contracción del músculo, el carácter lesivo radica en la continuidad de esta contracción de forma sostenida en el tiempo. Obviamente esta contracción permanente es involuntaria, quedando de esta forma la musculatura en constante tensión. Un músculo se contrae y se distiende, pero en algunos casos, una zona del vasto muscular no se relaja, y sigue contraído. Esta zona se mantiene dura e hinchada, de ahí que el paciente note una hinchazón al tacto, vulgarmente llamado 'desnudos'.
Una contractura no es una lesión grave, pero si molesta y que nos puede impedir realizar determinados gestos con normalidad y sin dolor, por lo que conviene saber identificarlas, diferenciarlas de otros problemas, seguir unas sencillas pautas para minimizar sus efectos y ponerse en manos de un especialista en fisioterapia si queremos acortar los tiempos de recuperación, que, en condiciones normales, pueden oscilar entre una y dos semanas dependiendo de la gravedad de la misma.
Tipo de contracturas musculares
Dentro de las contracturas musculares se puede distinguir entre las originadas durante el esfuerzo físico o las que aparecen con posterioridad al mismo, y las residuales, que acompañan otra lesión.